Esta es Anna. Ella da vida a los espacios con detalles, muebles únicos y arte. Para cada desayuno, almuerzo o cena que organizamos, ella crea la decoración.
A Anna le encanta viajar, observar y capturar imágenes de diferentes países. Como perlas, va ensartando estos recuerdos en el hilo de su trabajo. En sus viajes, Anna busca objetos decorativos, vajilla única y estudia las tradiciones de los artesanos locales. Así nacen los espacios más hermosos.
«La comida es una fuente inagotable de inspiración, un lenguaje de amor, una forma de cuidar, relajarse y celebrar. No hay mayor alegría para mí que recibir a los invitados y sentarlos en la mesa que hemos preparado».